Justificación

Aunque la calidad y accesibilidad de los servicios de atención sanitaria reposa fuera del centro de este proyecto de investigación, hay amplia literatura que respalda una conjetura latente: el bienestar de las enfermeras está inherentemente ligado al de sus pacientes. Aunado a esto, el hecho de que la fuerza de trabajo en enfermería es aplastantemente femenina hace de sus condiciones laborales un asunto de justicia de género y, por lo tanto, un foco importante de investigación por sí mismas.

En varios países en vías de desarrollo, las enfermeras están siendo cada vez más reconocidas por la contribución crucial que están haciendo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU (ODM), especialmente los objetivos de reducir la mortalidad materna, la mortalidad infantil, y las tasas de transmisión de vih-sida, malaria y tuberculosis. Dado que uno de los ocho ODM es incrementar la igualdad de género a través del empoderamiento económico y político de las mujeres, la remuneración de las enfermeras y las condiciones sanitarias relacionadas al trabajo deberían ser de interés para los diseñadores de políticas en El Salvador, Nicaragua y en cualquier otra parte.

Esta investigación también tiene implicaciones para entender la migración internacional de las enfermeras, un fenómeno señalado por el Observatorio de los Recursos Humanos para la Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como una de las cinco áreas de estudio y acción más críticas. Dentro de la subregión de América Central y la República Dominicana, El Salvador tiene uno de los más altos porcentajes de emigración de enfermeras y doctores.[1] Los hallazgos de este proyecto clarifican los factores internos que compelen tanto a las enfermeras salvadoreñas como a las nicaragüenses a buscar trabajo en el extranjero. 

[1] Ministerio de Salud, Informe de Labores 2012-2013, Ministerio de Salud, San Salvador, 2013, p. 98