Agradecimientos

Esta investigación no hubiera sido posible sin el invaluable apoyo, desde 2009, de una serie de asistentes de investigación activos y competentes, en Canadá, Nicaragua y El Salvador. En orden alfabético son Alfredo Díaz, Sara González, Nadine Jubb, Ashley Lowenthal, Marieli Martínez, Irma Molina, Amy Romagnoli, Kathy Peterson, Vicente Sánchez, Teresa Torres, y Maria Zabalza. Y dignas de un agradecimiento muy especial son Nadine, Sara, Teresa y Marieli por su apoyo integral.

También estoy extremadamente agradecida con un grupo de personas en ambos países a quienes no les importó tener una carga extra en sus actividades para posibilitar la investigación de formas muy diversas y a veces múltiples. En Nicaragua: Rosario Hernández, Miguel Orozco, Zeneyda Quiroz, y José Venegas. En El Salvador: Alejandra Castillo, Daniel Enrique Castro, Irma Alicia Oliva de Contreras, Elizabeth Elías, Evelia González, Zoila Gloria de Gómez, Marta Luz Martínez, Angela Ostorga, Donald Ramos y Dinora de Recinos. También en El Salvador, mi agradecimiento para Concepción Castaneda, Directora de la Unidad de Enfermería del Ministerio de Salud, y a los miembros del Núcleo de Investigación, especialmente a Sofía Viana de Abrego, por su apoyo en la etapa final de la investigación en julio de 2013.

Estoy sumamente agradecida con Mary Angela Elías Marroquín por su valiosa ayuda y apoyo. Y quedo en deuda de un agradecimiento muy especial para Alejandra Castillo quien proporcionó incontables contactos, y aportó consejo, ánimo y apoyo imprescindibles durante los tres años y medio desde el inicio de la investigación de campo hasta la fase final.
Sería omisa si no mencionara a Sandy Auld de la Universidad de Guelph, a quién le estoy enormemente agradecida por los numerosos intercambios de correos electrónicos informativos, y por leer y trabajar en mi extensa solicitud de “petición de cambio” de ética en investigación en un período extraordinariamente expedito durante las vacaciones de verano de 2013.

Hay docenas de personas que generosamente cedieron su tiempo (a veces varias horas, a veces en más de una ocasión) para compartir sus conocimientos y experiencias conmigo en entrevistas, grupos focales, sesiones de retroalimentación y reuniones; quienes por razones de confidencialidad no pueden ser mencionados. A las enfermeras quienes gentilmente accedieron a ser observadas y fotografiadas durante sus rutinas laborales diurnas y nocturnas, un agradecimiento especial por su paciencia y generosidad de espíritu.